

Sewing and Singing
Season 2 Episode 4 | 1h 21m 44sVideo has Closed Captions
Rita secretly enters Luisa into a singing contest on the radio.
After Rita secretly enters Luisa into a singing contest on the radio, Mateo helps her learn English for her performance. Alberto finds it hard to accept that Ana is in a relationship with Carlos.
Problems with Closed Captions? Closed Captioning Feedback
Problems with Closed Captions? Closed Captioning Feedback

Sewing and Singing
Season 2 Episode 4 | 1h 21m 44sVideo has Closed Captions
After Rita secretly enters Luisa into a singing contest on the radio, Mateo helps her learn English for her performance. Alberto finds it hard to accept that Ana is in a relationship with Carlos.
Problems with Closed Captions? Closed Captioning Feedback
How to Watch Velvet
Velvet is available to stream on pbs.org and the free PBS App, available on iPhone, Apple TV, Android TV, Android smartphones, Amazon Fire TV, Amazon Fire Tablet, Roku, Samsung Smart TV, and Vizio.
Providing Support for PBS.org
Learn Moreabout PBS online sponsorship-Gracias a la intermediación de Carlos, las Galerías Velvet van a tener el honor de diseñar los nuevos uniformes de Aerolíneas Airsa.
-Si las he citado con tanta premura es para comunicarles quién será la diseñadora de los nuevos uniformes de Airsa.
Ana Rivera.
A partir de mañana quiero que Ana esté a mi entera disposición.
-Necesitamos una jefa de taller y dada tu experiencia, serías perfecta para el puesto.
-Yo trabajé con su padre.
-Cuénteme qué recuerda de él.
-Era capaz de cualquier sacrificio con tal de lograr sus sueños.
-¨Puedo ayudarle en algo?
-Sí, soy la nueva jefa de taller.
-Lo sé todo, Raúl.
¨Pensaste que no nos íbamos a enterar?
o.
-¨Esto es cierto?
-La denuncia sí, el plagio n [llamada entrante] -Raúl, ¨qué ha pasado?
¨Dónde estás?
-Otra jugada perfecta de tu hermano.
-Esa mujer sigue viva y está en Madrid.
Y quiere robarnos todo lo que es nuestro.
No va a quedarse conmigo porque ahora todo será tuyo.
-Me gustaría aclarar las cosas definitivamente contigo, Isabel.
-No hay nada que me puedas quitar.
¨Tú quién te has creído que eres?
-La dueña de todo.
-Sé exactamente lo que las mujeres como tú necesitan, así que, ¨para qué perder más tiempo?
-Bárbara es una de las mujeres más suspicaces que conozco.
No la queremos que se entere.
-¨Te has propuesto convertirte en su nueva mejor amiga?
-Ya se ha ido todo el mundo.
-Solo quedamos tú y yo.
Me gustaría que entendieras que nos lo pasamos muy bien juntos, pero... -Pero nada más.
¨Estamos de acuerdo?
-No me gustaría que hubiera ningún malentendido.
-Rita, yo no puedo esperar más.
Llegó Pedro, ¨no?
-¨Te acuerdas de Adolfo?
-Sois novios, Adolfo y tú, ¨no?
-Pues no lo sé, Pedro.
Porque estas cosas del amor son muy difíciles de definir, ¨sabes?
-¨Has dicho del "amor"?
Mañana, tuyo y una habitación en el Civil.
¨Vas a dormir con él?
-Y si lo fuera, ¨será ahí algún problema?
-No.
-Me lo he pasado muy bien esta noche.
-Para eso están los amigos.
-Creo que no vamos a poder ser amigos.
-Normal que has sabido improvisar.
-No he improvisado, Alberto.
Ya estoy conociendo a otra persona.
-Oye, gracias por esta noche maravillosa.
-Gracias a ti, que me has venido a buscar, me has llevado a cenar a un restaurante precioso y ahora me vuelves a traer.
-¨Te beso antes de acostarme?
[♪ Alba Llibre & Lucio Godoy: "Falling In love"] -Alberto.
-Siento si se ha interrumpido.
-No, no, tranquilo.
-No sabía que, que vosotros dos... -Sí, sí, lo reconozco.
Tengo intereses ocultos en tus galerías, aparte de tus uniformes.
Me ha dicho Ana que estaba trabajando en ellos.
-Sí, sus propuestas fueron las mejores.
-Gracias, pero aún queda mucho trabajo por hacer.
-Espero que no tengas muchas horas extra.
-Intentaré que no sea así, Carlos.
Tenemos que preparar nuevos bocetos, Ana.
Lorenzo Palacios ha sugerido una línea más sobria.
Si pudieras tener algo preparado para mañana.
-Claro, don Alberto.
-No os interrumpo más.
[♪ música triste] -!
Espera, Ana!
!
No cierres!
-Pero ¨tú qué haces aquí?
¨No teníais que estar en el hotel?
-En el hotel, sí, con Adolfo.
-Cuando te cuente el culebrón No te esperas, por tu cara yo diría que tienes uno mejor, ¨o qué?
-Alberto nos ha visto, a mí y a Carlos juntos.
-!
Ay, madre, cómo ha ido!
-Raro, incómodo.
-Tú no tienes nada de qué avergonzarte.
-Ah, no, ya lo sé, pero... Pero no puedo dejar de pensar... -En cómo se lo habrá tomado.
Bueno, pues si tiene un mínimo de corazón le habrá dolido algo, aunque sea un poco.
Pero te digo una cosa, ojalá.
Así empieza a darse cuenta de lo que ha perdido.
-¨Olvidando o celebrando?
[♪ Angela Carol Brown: "I Found Love"] Son los únicos motivos que pueden traerle un bar a estas horas de la noche.
¨Puedo?
¨Qué?
¨No se atreve a responder?
-No soy el único que bebe sola a estas horas de la noche.
Yo podría hacer la misma pregunta.
-Celebrando.
Siempre hay tiempo para una copa cuando brindas porque...
Se puede beber sola a estas horas de la noche.
Una mujer no debería estar en un sitio como este sin compañía masculina.
Y aquí estoy.
Ahora le toca a usted, ¨olvidar o celebrar?
-Para tu primera razón.
-Suena complicado.
-Le seguro que mi mujer es maravillosa, ¨ves?
La mujer perfecta, yo quisiera quererla con toda mi alma, pero no... -Pero no es esa otra mujer.
-No es esa otra mujer, no lo es.
Ahora me he enterado que ha rehecho su vida.
Que tiene novio, y yo la observo desde fuera y la veo valiente, la veo decidida, la veo como antes, y debería de alegrarme, pero no, pero no.
No me alegro, no me alegro.
La veo sonreír y no es por mí.
-No sabía que esta noche me había encontrado con uno de los pocos románticos que quedan.
-Tampoco se crea todo lo que le digo.
¨Me estoy molestando?
-No, no, no, por favor.
Usted es una especie en extinción.
Y en cierta forma me siento una privilegiada.
-Además, refugiaba en mi trabajo, pero un imbécil, me lo ha quitado todo, no me queda nada, solo me queda un trabajo menor que no, que no me motiva.
¨Yo por qué le cuento todo esto?
-Porque no me conoce de nada.
Supongo que es más fácil que una desconocida no le juzgue, y de paso le dé una solución mágica a todos sus problemas.
-Supongo.
-Pero ha dado con una mujer equivocada.
En realidad no se hace una idea de lo ridículo y egoísta que suena.
-Yo le cuento mi vida y usted me insulta.
-¨Usted de verdad cree que la vida lo llevó hasta aquí?
Porque hasta donde yo he ido, lo ha hecho usted solito.
En eso consiste madurar.
Sí, en eso y en aprender que la felicidad depende de uno mismo.
Hágase un favor.
Deja de lamentar cada decisión y empiece a hacerse responsable de ellas.
Permiso.
Buenas noches.
[♪ música alegre] -Señoritas, espabilen.
Tienen una hora para arreglarse y estar en sus puestos.
-Doña Elena, ¨por qué no pasa usted primero?
-¨Por qué?
Si lleváis más tiempo esperando vosotras.
-No, no, pero a nosotras no nos corre prisa, ¨verdad que no?
-No.
A lo bien.
Oye, muchas gracias.
Gracias.
Anda, ¨para qué va a ir al baño si ya le has dado tú jabón de sobra?
-!
Que hay que tener amigos hasta en el infierno, chicas!
!
Que no sabemos cómo es esta!
!
Qué poca experiencia vital!
-¨Con permiso, con permiso?
-Uy, con lo fácil que era firmar en una hoja de papel en Cuba.
-Todo es cuestión de acostumbrarse, ¨eh?
No está permitido ausentarse para ir a las habitaciones, no se dan permisos, salvo algún asunto familiar grave, y cuando haya algún encargo extraordinario, las chicas se organizarán por turnos.
-¨La gente está aquí, tranquila, feliz, trabajando?
techo y trabajo?
¨Por qué no habrían de estarlo?
-No, porque la revolución industrial termina hace mucho.
-Vamos, dense prisa.
Hay que sacarlos antes de la apertura de puertas.
O rdenes de don Enrique.
Si el Señor de la Riva viese todo esto... [♪ Andrew Hamilton & Lena Fiagbe: "Sweet Baby"] [intercomunicador suena] -¨Sí, don Alberto?
-No me pase ninguna llamada.
Y que no me moleste, no quiero ver a nadie.
-¨Ni siquiera un viejo amigo?
-Raúl.
-¨Noche Toledana?
-!
Pensaba que estabas en París!
¨Qué haces aquí?
-Bueno... -Alberto... -Tenemos visita.
-Raúl de la Riva.
¨Que has venido a saludar?
-Mira, estos papeles demuestran que jamás plagié a mi antiguo socio.
Sentencia y peritaje de bocetos.
-Me alegra que todo se aclarara.
La pena es que la causa no se pudiera resolver antes de que tuviéramos que contratar a un gran diseñador.
-Tengo una oferta en Harrods.
En dos días me voy a Londres.
No he venido a mendigar, sino a callar bocas.
-¨Tienes una oferta en Harrods?
-Ajá.
Y veo que lo he conseguido, ¨no?
-Entonces habrá que celebrarlo.
¨Una copa?
-Y no una cualquiera.
-No, una cualquiera no.
Un buen bourbon.
-Enrique, ¨quieres una?
¨No te quedas, Enrique, a tomar una copa?
Ah, Enrique, mucha suerte con Lorenzo Palacios.
Hace mucho que no diseña.
La vas a necesitar cuando te llene de óxido los escaparates.
-¨Te he dicho ya cuánto te he echado de menos?
-Viniendo de ti, nunca es suficiente, Mateo.
-Así que, Harrods.
-Sí, dietas, libertad para escoger a mi equipo, fines de semana libres, ¨qué más se puede pedir?
-Así me gusta, que se reconozca tu talento como Dios manda.
-Bueno, tú siempre lo reconociste.
Ahí te costó un poquito más.
-Lo único que me sabe mal es que todo esto haya tenido que terminar así, Raúl.
-Bueno, por suerte ha terminado.
Y ha sido agotador.
sta nochequiero que e lo celebremos como se merece, los tres, en el Pausa.
-De hecho.
-Siento interrumpir, pero... - Chérie, a mis brazos!
-¨Esto es porque me has echado mucho de menos?
-A unos más que a otros.
-Yo también te he echado de menos.
Y ahí hay alguien que seguro que también te ha echado.
Pero... pero que te has... Pero estás divina.
-Gracias, soy la diseñadora de los uniformes de Airsa.
-¨Cómo?
Pero aquí han pasado muchas cosas buenas desde que me he ido, ¨no?
Bueno, tienes que contarme.
Vamos.
-Vamos.
-Señoritas.
-¨Raúl?
-Señor de la Riva, qué sorpresa.
-Señorita, por favor... -!
No hagas esto, que está más flaco!
-Con una buena razón parece sin despedirse.
-Señoritas, ante todo discreción.
-Bonito pelo, doña Blanca.
-Seguí un buen consejo que me dieron.
-A usted no la conozco.
Yo soy Raúl.
-Elena Valle.
Encantada.
-Un placer.
-Ahora tenemos dos jefas de taller.
-Bueno, bueno, no exactamente.
-Bueno, madre mía, veo que por aquí abajo también ha pasado una revolución.
-!
Uy, por aquí ha pasado de todo!
!
Hasta una rata se nos coló aquí dentro!
-!
Ay, no!
!
Ay, qué asco, una rata!
!
Ay!
¨Habréis salvado las telas de París?
-!
Sí!
-¨Y a don Emilio' -Era un ratoncito.
Solo un ratoncito.
No les dejaría armar este alboroto si la ocasión no mereciese la pena.
Bienvenido, señor de la Riva.
Es una alegría volver a verle.
-La alegría es para mí, don Emilio.
De verdad.
!
Ay, les he echado mucho de menos!
-!
A mí, a mí!
[risas] -Así que le dije: "O ese mármol o ninguno".
Y tu hermana aceptó.
No sé.
U ltimamente está más atento que nunca.
!
Cristina!
-!
Ah!
Ay.
-Perdona, perdona.
Tengo la cabeza en otro sitio.
-¨Sabes que desde que llegamos de Roma no me ha venido él?
-!
Pero eso es una noticia buenísima!
-!
Chica, ya calla, calla, calla!
Pero todavía es demasiado pronto para emocionarse.
¨Pero te imaginas que si estuviera así?
-Bueno, pues si lo estuvieras íbamos a ser la envidia del club de golf.
Yo con Lourditas, tú con Alberto Junior.
-Tenemos que ir a ver al doctor Salas.
Ya verás si es maravilloso, te va a encantar.
-Pero primero vamos a las galerías, ¨eh?
Se lo quiero decir Alberto, no he tenido ocasión de decírselo.
Y la última vez que nos vimos discutimos.
-Y no hay nada mejor que una noticia como esta para arreglar las cosas.
Confía en mí, ¨hmm?
!
Venga, báñate!
-Que no, que estoy en estado.
Que está muy fría.
[toques en la puerta] -Adelante.
-Buenos días.
-Buenos días.
[teléfono timbrando] -Anoche te esperé despierta hasta tarde en casa, pero ni siquiera has venido a dormir.
-Tenía mucho trabajo, no podía pasar.
Y te estuve llamando al despacho, pero no contestaba nadie.
-Salí a comer.
¨Es esto un interrogatorio?
-No.
No, no, por supuesto que no, pero podías haberme avisado.
-Bueno, ya te lo he dicho, tenía mucho trabajo.
Palacios y tu hermano me tumbaron a última hora la propuesta para la colección.
Como si yo no pintara nada en esto y tu hermano supiera mucho de moda.
¨Y qué sabe?
Dime.
Un momento pensé que venías por la buena nueva.
Raúl ha vuelto, ya no tiene problemas con la justicia, pero claro, a lo mejor tú no te lo crees.
-¨Pero cómo te atreves?
¨Dónde está?
Quiero verle.
-Está abajo.
[teléfono timbrando] -Uy, uy, uy, uy, uy.
Por la cara que traes parece que las cosas no han ido todo lo bien que esperaba.
-No se lo he dicho.
Prefiero esperar a estar segura.
Vámonos, quiero bajar al taller.
-¨Al taller?
¨Para qué?
-Señoritas.
La última vez no me fui como un caballero, me fui sin despedirme.
Pero si lo hubiera hecho, les hubiera dicho que para mí ha sido un verdadero placer trabajar con ustedes.
No se imaginan cuánto.
[♪ Robert J Walsh: "All The Things"] -Bueno, señoritas, de vuelta al trabajo.
-Hola.
-Hola.
-¨Y qué tal, Bárbara?
¨Estás bárbara?
Mucho mejor que la última vez que te vi.
-Bueno, ya sin exceso de equipaje.
-¨La niña qué tal?
¨Está bien?
-Perfectamente está, Raúl.
¨Y tú cómo estás?
que todoo me ha dicho se ha arreglado.
Me alegro.
Raúl, quería... -No me apetece remover el pasado, Cristina, de verdad.
-Ven a casa a cenar, por favor.
-Tengo plan para esta noche.
-Vamos a celebrar que está todo bien.
Alberto y a mí nos haría muchísima ilusión.
-No.
Va haber sopa.
[teléfono timbrando] -¨Diga?
Sí, soy yo.
¨De Radio Continental?
¨Qué?
Dame un abrazo de verdad para que no te mate ahora mismo.
-Oye, ¨qué pasa?
-Que la apuntaron al concurso de talentos de la radio.
-¨Ah?
Pero ¨Luisa canta?
-!
uh!
!
Cómo Los A ngeles!
Oh, Dios mío, no sabía nada.
Qué callao te lo tenías.
-Porque soy modista, no cantante.
-A ver, tregua.
Yo necesito silencio para concentrarme, que si no, no termino estos bocetos.
Mira cómo me lo habéis dejado.
Pero ¨a ti no te gustaba cantar?
-No.
-!
Bueno!
-Bueno, sí, me gusta cantar.
Pues como a todo el mundo, para hacer el canelo.
-Bueno, y, y lo de quitarte el luto y soltarte el pelo en la verbena no era para romper con todo.
-Ahí sí, venga, anímate.
Y así podemos conocer a Verónica Lago.
Que he oído en la radio que va a ser ella el jurado del concurso.
-Además, a ti el dinero del concurso en lo mismo estado te viene bien, ¨no?
-Bueno, muy bien, supongamos que acepto.
Hay un problema.
El concurso es mañana y es en inglés.
-¨Qué?
-Sí, en inglés.
-Bueno, pues lo que hay que hacer es encontrar a alguien que sepa hablar bien inglés y que te pueda echar un pable.
Ayudarla, venga.
Pero fuera de aquí, que yo necesito trabajar.
Venga.
Afuera.
Una, una.
-Mira, a ti de verdad, que ya te vale.
-Pues creo que tengo el profesor adecuado para ti.
-Definitivamente te has vuelto loca, Clara.
-Mira, de algo te tenían que servir tus estudios en Londres.
-Me sirve para los negocios, no para jugar a los maestros con tus amiguitas.
-!
Ay, bueno!
¨No seguirás enfadado por lo de tu madre?
-No.
No sigo.
Lo que no quiero decir que no se me haya pasado.
¨Pero sabes de sobra que soy el hombre con menos paciencia del mundo?
Además, pasarme la noche entera enseñando a Luisa no me parece el plan más apetecible.
-Pues ese sea ninguno.
Ni hoy ni el resto de la semana.
-Está bien, si es lo que quiero.
-Mateo, que solo tienes que enseñarle unas pocas frases en inglés, las de la canción.
-Que no.
-Tú piénsalo, podemos ir al concurso y conocer a todas las estrellas de la radio.
-Ajá.
De ahí viene tu interés.
-Bueno, ¨y qué pasa?
Es que va a estar la gran Verónica Lago y a mí me encanta.
¨Sabes quién es?
Va a ser jurado en el concurso.
-Sí, me suena ligeramente a los carteles de cine y todo eso.
-Además, prometo pagar sus servicios, profesor.
-Pero algo por adelantado.
-No sabes el lío en el que me he metido.
Madre mía.
-Muy bien, Carlos.
Muy bien.
Nos vemos luego.
Adiós.
-Dime que la reunión con Ortega no se ha retrasado.
-Carlos ha llamado para confirmar la reunión.
E l también asistía.
-Bien, cuantas más caras conocidas mejor.
-Es el nuevo novio de Ana.
-¨Carlos?
-Sí, Carlos.
Yo puse la misma cara que tú, anoche fui a buscar a Ana para decirle que teníamos que replantear los bocetos y estaban los dos ahí besándose, en el callejón.
¨Qué?
-Por eso hoy te estabas cambiando aquí.
Ayer no volviste a casa, ¨verdad?
-He tomado una copa.
-¨Y si te hizo de día, verdad?
-Mateo, no sé lo que estás pensando y no es eso.
No es eso.
Estoy preocupado por Ana.
¨Qué sabemos de Carlos?
¨Qué sabemos de Carlos?
Que es amigo de Enrique.
Que se llevan bien.
No son las mejores referencias.
¨Qué?
-Nada.
Podría ser el primo hermano del Papa y aún así lo mirarías mal, Alberto.
Tarde o temprano iba a pasar, ella iba a rehacer su vida, ¨qué te crees?
¨Que se iba a quedar aquí para vestir santos?
-Don Alberto, la señorita Patricia acaba de llegar para la junta de accionistas.
-Pues ya estamos todos.
-Falta Gloria.
-Si todavía no se ha marcado -Mi madre no va a venir.
Me ha dejado todas sus acciones.
Ahora también controlo su parte de la empresa.
He traído estos documentos por si queréis echarles un vistazo.
-¨Por qué no ha venido ella a comunicarnos?
-No quería armar un revuelo con todo esto.
-Gloria no es una mujer que deje escapar en una oportunidad así.
-¨Qué puedo decir?
Quería retirarse.
Los años pesan, estaba harta de la ciudad.
-No nos tomes por tontos, Patricia.
Tu madre no creo que haya salido de aquí.
-Me da igual lo que tú creas, Alberto.
Esos documentos lo dejan bien claro.
Ahora controla el 40 % de esta empresa, el mismo que controla a Enrique.
-Esto no hace sino confirmar el relevo generacional que había empezado mi padre.
Yo, por mi parte, no tengo mucho más que decir.
-Pues yo, por la mía, sí.
Creo que a partir de ahora estoy en posición de elegir qué quiero hacer dentro de esta empresa.
-¨Y tienes algo en mente?
Quiero trabajar con Lorenzo Palacios.
Sé de moda y creo que podría ser de utilidad.
-No sé si es demasiado pronto, Patricia, para que te ocupes de una responsabilidad así.
-Si estás celoso... -No, no, son celos, no te equivoques.
Si lo piensas bien, nunca has tenido una responsabilidad así.
-Dudas de mí como habría hecho nuestro padre.
Puedo hacerlo, Alberto, igual que pude empezar desde abajo.
-Yo no tengo inconveniente en que estés aquí conmigo.
-Está bien.
Al menos tú sabes de moda, Enrique.
Poco podría haber hecho.
-¨Entonces estamos todos de acuerdo?
Perfecto.
Perfecto.
-Pensé que no había secretos entre nosotros.
-Enrique, por favor.
No sé si te has dado cuenta, pero tienes más acciones que... -Que Alberto, Sí.
Y, además, eres una Márquez.
Con tus votos y los míos podrías ser la nueva directora de Velvet.
-¨Sabes una cosa?
Que en los negocios, como en todo, ir de prisa nunca es placentero.
Así que tiempo el tiempo.
Que hoy el nuestro tiene dueño.
¨Señor Palacios?
-Siento el retraso.
No es mi costumbre.
Enrique, señorita.
-No se preocupe.
Eso nos ha dado tiempo a ajustar los planes.
Y además la señorita Patricia tiene unas ideas estupendas que contarle.
-¨Ah, sí?
-Venga, Adolfito, que no tenemos toda la mañana.
Venga.
Salustiano... Bueno, uy, vaya carita tienes, ¨no?
Una noche complicada, ¨verdad?
Ya, serán las preocupaciones.
A mí me suele pasar siempre lo mismo, ¨eh?
Pedrito.
-Dime.
Que no está el horno para bollos.
-Ya, a ver, esperamos.
Espera, espera, espera, espera.
Espera, que perdona.
Así, así.
Con la boca.
-Buenas.
-Buenas.
[♪ Steve Martin: "Juvenile Delinquent"] -Pedro, sé que tienes que supervisar la carga, pero ¨nos dejas a solas un momento?
-¨A solas?
-Pues la verdad es que... -¨Nos dejas a solas sí o no, por favor?
-Sí, claro, por supuesto.
Voy a recoger la última carga del camión.
-Así que me voy, pero ahora ven.
Perdón.
-Tienes que acabar agotado todo el día con las cajas, ¨no?
-Rita, tengo mucho trabajo, así que si no tienes nada que decir... -¨Rita?
Cuando me llaman Rita no es cosa buena.
Yo quería decirte que entiendo que estés enfadado por lo de anoche y que bueno, que tenía que habérmelo pensado mejor y no dejar que te vieran los...
Lo que te quería decir es que... -Rita, Rita, para, para.
-Yo tenía que porque a mí me apetecía, pero luego me pongo ahí y me pongo... -Para.
-No te pongas cerca.
-Yo entiendo que las mujeres necesitáis un poco más de tiempo para estas cosas y está bien.
Tú me gustas mucho.
-¨Sí?
-No quiero que esto se estropee por habernos precipitado.
¨Estás de acuerdo, rubita?
-Rubita, ¨ves?
Eso está mucho mejor.
-Ahora, que si me vas a volver a dejar plantado no lo hagas en un hotel, que me he dejado toda la paga de la semana.
-Ay, siempre mirando la peseta.
Mira que yo con tacaños no, ¨eh?
Que hay mucho mejor románticos.
-Pero yo de eso ando sobrado.
-¨Sí?
-Sí.
Mira.
Cómo te lo traes.
Mira.
Mira.
-¨Cómo lo llevas?
[Rita ríe] Es que yo, es que yo estoy comiendo.
[Rita ríe] ¨Qué?
¨Pero qué es?
!
Qué calador eres!
-Buenas tardes, doña Elena.
Siento si la interrumpo.
-Buenas tardes.
No, por Dios, estoy aquí.
-¨Qué tal?
¨Le está costando adaptarse a las galerías?
-Bueno... Si quiere que le diga la verdad, con diez años menos, llevaría todo muchísimo mejor.
Pero vamos, tener trabajo a mi edad es, como mínimo como para estar bailando choques por las esquinas.
Así que yo quiero agradecérselo, porque, para mí, don Alberto, esto es una oportunidad que yo... -Don Alberto, don Emilio me ha dicho que quería hablar conmigo.
-Sí, quería hablar con las dos.
El arranque de la colección de Airsa no será tan inminente como pensábamos.
Y como doña Elena está entre nosotros, he pensado que comparta la jefatura del taller desde ya.
Así usted tiene menos trabajo y usted se va adaptando a los procedimientos, a las chicas del taller.
-Perfecto.
[♪ música apacible] -Espera.
Hola.
-Hola.
-Venía a enseñarte algunas propuestas en las que he estado trabajando.
-Muy bien.
-Alberto, antes que nada quería hablarte de lo de Carlos.
-No, no me tienes que decir nada.
Me alegro por ti.
[♪ continúa música apacible] Yo bajaría la falda un poco, un poco, un poquito, dos centímetros, y un poco más.
Más estrechita.
A este paso no van a poder ni respirar.
No es lo que quiere Lorenzo, que sean más elegantes.
-Ya.
Y menos cómodas, y más clásicas.
Te llevo oyendo toda la tarde.
-¨Usted tiene alguna propuesta, señora diseñadora?
-Pues podríamos conseguir ambas cosas si recortamos el largo de la falda por encima de la rodilla.
-No se van a trabajar, no se van a un guateque.
Y quizá Lorenzo tenga razón, esta empresa es tradicional, es conservadora, sus clientas son así.
A mi tampoco me gusta esto, Ana.
-¨Por qué lo hacemos?
¨No eres el director del proyecto?
¨No deberías entregar algo en lo que creas?
-¨"Algo en lo que crea"?
Bienvenida al mundo real.
-Y si el cliente te pide chaquetas de esparto, ¨también se las vas a dar?
[risas] -Serían unos modelos dignos de ver.
-Y picaría.
Es qué es eso, picaría.
-Siento interrumpir.
-Hola.
-¨Qué tal, Carlos?
-Espero que tengas hambre porque tenemos mesa en diez minutos.
-Claro, recojo y nos vamos.
-No, no te preocupes, ya recojo yo.
No vayas a perder la reserva.
-Gracias.
-Gracias.
-Hasta mañana.
-Hasta mañana.
[♪ música suave] -!
Qué bien que hayas llegado!
La cena está a punto de... -No me he quedado a cenar.
He quedado con Raúl en el Pausa.
[Raúl riendo] -!
Así que accionista mayoritaria!
-!
Cómo lo oyes!
-!
Me encanta!
-¨Raúl?
-Más de un cliente va a echar de menos esas piernas, te lo digo yo.
-!
Qué tonto!
-Habíamos quedado en el Pausa.
-!
Sorpresa!
Cristina me ha invitado a cenar y si Cristina me invita a cenar yo no puedo negarme.
-Gracias.
-Me ha costado mucho volver a estas galerías y no pienso marcharme a Londres sin cerrar heridas.
Así que esta velada va a ser para hablar mucho, como los viejos tiempos, sin tabúes.
-¨Vamos?
-Vamos.
-Hola, ¨está Jonás?
!
Jonás!
!
Oye, que soy tu prio Pedro!
¨Qué?
¨Qué tal?
Bueno, tengo una muy buena noticia.
Que te vienes para la capital, así que prepara ya el latillo.
Sí, de dependiente.
Sí, sí.
Bueno, tienes que preparar primero una prueba con don Emilio, pero lo tengo ya en el bolsillo, ¨eh?
Sí.
Bueno, no.
Bueno, ¨vas a venir?
Vale.
Vale, venga, pues te espero aquí.
Vale, adiós, primo.
Adiós.
!
Rita!
!
Rita!
Rita, no sabes con quién acabo de... hablar.
-¨Con quién acabas de hablar?
-Pues con quién va a ser, con su mujer y su hijo.
Siempre se le queda esa cara pasmarote cuando habla con ellos.
-¨Y cómo están?
-!
Uf!
Pues están estupendamente.
Tengo muchísimas ganas de verles.
-¨Y cuándo os vais a ver?
-Pronto, prontísimo.
O quizás este mes no puedo porque no tengo muchísimo dinero, ¨sabes?
Pero, claro, tenemos que hacer todos los preparativos de la boda, las flores y el vestido.
-¨El vestido?
Pero si el vestido no lo tienes que preparar tú.
-Ya, pero es que, claro, es que... ¨Tú te has casado alguna vez?
Yo sí, me voy a casar dentro de muy poco además.
Y como veo muchísimos, muchos, uf, muchísimos vestidos Rosa María, que se fía muchísimo de mi opinión, ¨sabes?
-Rita.
Hija de mi vida, ¨nos vamos?
-Sí, me tengo que ir.
-Vale, muy bien, pues.
Mañana nos... -Ay, vaya tirón me ha dado.
Mañana nos vemos.
-¨Dónde vas?
-A la escuela.
-Muy bien.
[♪ música alegre] ¨Qué, qué haces?
-A ver, esta es la canción que he escogido.
-No sabía que iba a tener tantas alumnas.
En fin, a ver, Luisa, fíjate en cómo leo la primera frase.
[habla en inglés] -Pero vamos, a ver, si yo tengo la letra aquí, ¨no dice eso?
-Rita, se pronuncia así, ¨de acuerdo?
Lo importante es que te quedes en cómo lo digo.
A ver, la "E" es "I".
-¨Y la "A" entonces?
-La "A" es "A" o "Ei" o es una mezcla entre "E" y "A".
-A ver, pero ¨no sería más sencillo que fuera solo una "A"?
Porque ya me dieras tú, ¨y, y cómo sabes que se dice de una manera o de otra?
-Se sabe, Rita, se sabe, con la práctica, al oírlo, esas cosas se saben.
!
Centrémonos en la letra, por favor!
-Ah, bueno, entonces, si te aprendes todas las vocales como se dicen y todas las letras del abecedario entonces... -!
Las alumnas aventajadas, fuera!
!
Fuera!
!
Fuera!
-Yo también.
Tú la primera, !
fuera!
Era eso o matarlas.
A ver, Luisa, vamos a hacerlo más sencillo.
Si quieres ganar este concurso, limítate a leerlo tal y como te lo escribo.
-Oye, pues menudo carácter gasta tu novio.
-Pues sí, porque que te echa a ti todavía, pero que me echa a mí.
Yo no me pienso quedar aquí esperándole.
¨Nos vamos a tomar algo?
-Espera, que llego algo.
[♪ música sonando] Música.
Oigo música.
Pues ¨qué quieres escuchar ahí dentro?
Anda, vámonos.
-¨Al Pausa?
Pero invitas, tú, ¨eh?
Que ganas más.
-Esas cositas se te van a acabar.
-I... "don te"... "nou", wow, "y sí".
I "ti", ¨no?
"Itis".
-Ey, Max.
Estarás contento de que hayas vuelto, ¨no?
Menudo trajín.
¨Qué te has ahorrado?
Hola.
-Por lo menos antes tenía menos tiempo para pensar.
-¨Ah?
Pues yo no sabía que eras un intelectual de esos.
-No, yo no soy ningún intelectual, Pedro.
-Más bien soy un imbécil.
-Bueno, imbécil... Imbécil soy yo.
No, tú no puedes ser imbécil.
Bueno, si yo te contase... Bueno, aquí lo importante eres tú, así que, ya cuenta.
-Pues que soy un imbécil, Pedro, porque solo un imbécil se enamoraría de una mujer que no... Bueno, que no... -Bueno, ya sé, yo eso sé de sobra.
O sea, lo importante siempre es... ¨Cómo sabes que no te quiere?
-No... Que solo quiere lo que quiere.
-Claro, o sea.
¨Y qué quiere?
-Sexo.
Solo quiere sexo.
-Pero... Pero tú no puedes, no puedes estar mal, o sea.
Es que yo estaría muy contento de eso, ¨no?
-¨No ves?
Pues por eso es el imbécil.
-!
Pero es que eso no es ser imbécil, Max!
!
En serio!
Ser imbécil es... pues ver a la mujer que te gusta agarrado del brazo de otra persona un día y otro día y otro día y otro día y otro día y así una mañana y otra y otra y otra y otra.
Y erre, y erre, y erre, y erre.
Y se cogen de la mano, y se cogen, se vuelven a coger.
Y claro, tú no puedes hacer nada ante eso.
Pero aquí lo importante eres tú.
O sea, ¨tú te has mirado en un espejo?
¨Tú te has visto la cara que tienes, Max?
Si yo fuese tú, yo no dejo, yo no dejo a ni una viuda.
A ni una.
Ey, qué tal.
Pues me voy a dormir.
A ver si alguien me pide sexo o algo de eso.
[♪ Laurent Michel Lombard: "Miss You Honey"] -¨Puedo pasar?
-¨A qué has venido?
-Si sigues preocupado por lo de Lorenzo no tienes motivos.
He cancelado mi cita con él.
Haz lo que quieras.
¨Vas a estar todo el tiempo así?
He tenido un día muy duro.
Esa doña Elena me está sacando... -Solo quieres más de lo que tenemos, pero si quieres desahogarte yo tengo que estar dispuesto.
-Max, por favor.
-¨Qué pasa?
-¨Acaso he dicho algo que no sea cierto?
-¨Tenemos que discutir esto aquí?
Será mejor que pase.
Alguien podría vernos.
-Sí, eso sería inaceptable, ¨verdad?
Blanca, me he cansado.
Me he cansado de que me uses cuando quieras.
Y tú pusiste los límites, no fui yo.
Será mejor que se vaya, doña Blanca.
-De acuerdo.
Buenas noches.
[♪ Franck Sarkissian: "This Day"] [♪ música se desvanece] -Cualquiera interrumpe a dos compañeros de clase.
He hablado con tu madre, siento haber dudado de ti y de tus intenciones.
Disculpa.
Solo espero que lo des todo por el legado que padre nos dejó.
-Nuestro padre nunca hizo nada por mí.
¨Por qué habría de hacerlo yo?
-No digas eso, mujer.
Sí que se preocupó por ti.
[risas] -Es increíble que tengas estas fotos todavía.
Pero mira qué pintas.
-Perdón.
Raúl, lo que pasó el día de mi boda, no... Tuve miedo del que dirán.
Y también pensé en mi padre, en todo el esfuerzo que había hecho... -Por favor, no lo empeores más todavía, Cristina.
Lo que hiciste fue muy decepcionante.
-Has trabajado muy bien en las galerías, todo el mundo lo comenta.
Ahora vas a tener que tomar decisiones muy importantes.
-¨Así que es eso lo que te preocupa?
¨Saber en qué lado estoy?
Pues ni de uno ni de otro, Alberto.
Y por supuesto que no tengo ningún interés en que tu guerra con Enrique me pille por medio.
-Pero lo estás.
Tienes el 40 % de las acciones.
Me preocupa que no estemos en el mismo barco.
-Bueno, pues no te preocupes.
es algo normal en los hermanos mayores, pero a ti eso siempre te vino grande.
Así que demos las gracias para que sepa cuidarme por mí misma.
-Yo, en realidad, esta noche he venido aquí para abrirte los ojos.
Llevas mucho tiempo engañada.
-¨De qué estás hablando, Raúl?
-Tu hermano Enrique intentó hundirme.
-Mi hermano Enrique lo único que quería era salvar la imagen de las Galería.
-¨Por eso envió pruebas falsas a la acusación?
-No, eso no puede ser verdad.
-No, es verdad, no puedo demostrarlo.
Pero sé con seguridad que lo hizo.
-¨Y por qué iba a hacer una cosa así?
-Porque tu hermano haría lo que fuera con tal de hacerle la vida imposible a Alberto.
Cristina, yo no gano nada mintiéndote.
Piénsalo.
[♪ música instrumental suave] -Alberto tiene que saber.
-Vamos a dejarle en paz a Alberto, que ya tiene mucho con lo que tiene.
si no se lo he querido contar esta mañana en las galerías es porque... prefería no echarle más leña al fuego.
Pero tú lo tienes que saber.
-¨Todo bien?
-Perfectamente, excepto que me falta vino.
-Te traigo una botella.
-Lo siento.
[♪ música se desvanece] -Uy, uy, uy, pero ¨tú estás segura de que ese vestido combina con ese cinturón?
-No, ¨qué?
¨Qué?
¨Debería cambiarme?
O ponerme una chaqueta a lo mejor.
Oye, Rita, que estoy muy nerviosa, que no estoy para bromas hoy.
-Ana, que yo he visto tus diseños, con que les gusta la mitad de lo que me han gustado a mí, estas galerías se van a acabar llamando "Galería Rivera", y si no al tiempo.
[toques en la puerta] ¨Pero, bueno, y esto?
-Son pa ti.
-¨Pa mí?
¨No lo has visto?
Que me han regalado flores.
A mí, con la que me gusta.
-!
Qué bonitas son!
Y tienen tarjeta.
-No, no, no, no la leas.
-Sí, sí, sí.
"Unas pocas flores para la flor más bonita de todas.
Que tengas el mejor de los días, Adolfo".
Si al final va a resultar que manitas es un romántico, ¨eh?
-Qué bobada es.
-Yo solía regalar a Rosa María tulipanes, porque los tulipanes huelen muchísimo mejor.
Y además, si les gustan, teníamos la manía de regaláramos día a día.
Por la mañana, por la tarde, ella estaba encantada.
Claro.
-¨Y tú qué estás esperando?
¨La propina?
-No, me voy ya.
Mételo en agua, porque a lo mejor se mueren.
-Ese chico es tonto.
-Está celoso.
-Vamos.
-Toma, te quiero para vos.
-Rosas para rosas.
-Ay, sabe a flor.
[toques en la puerta] -Adelante.
Doña Elena, qué sorpresa.
¨Sucede algo?
-No.
No, no, no.
Solo que como hoy presentamos los bocetos de los uniformes en los que hemos estado trabajando, quería desearle suerte.
-Gracias.
-No está nervioso, ¨no?
Ha hecho esto mil veces.
-[susurrando] No, no estoy nervioso.
Sí, un poco sí.
Pero el día que deje de estarlo me retiraré, se lo aseguro.
-Eso decía su padre.
[abren la puerta] -Perdón, no sabía que estuviera aquí doña Elena.
-Querida, pasa.
Ya me iba.
-Bueno, nosotros también, que el señor Ortega está a punto de llegar.
[♪ música suave] -Les va a ir muy bien.
-Gracias, doña Elena.
-Tiempo al tiempo.
-Gracias.
-Gracias.
Vamos.
-Vamos -Aprieta, aprieta.
A ver si te vas a desmayar antes de que llegue.
-Guárdate las bromas para luego, que nos jugamos mucho en esto, Mateo.
-No te preocupes, estamos muy preparados.
Seguro que el Ortega este es un rancio que lo que sabe de moda lo aprendió yendo con su madre a comprar fajas.
[♪ música blues] -No se relaje en que el señor Ortega es un hombre serio y exigente.
-Madre mía.
Nada de fajas lencería cara seguro.
-Sara, qué sorpresa.
-Enrique.
-Esperábamos a tu padre.
-Sí, reunión urgente en Nueva York.
-Sí, te pido disculpas en su nombre.
-Si van acompañadas de una cena, las acepto.
Te presento a Alberto Márquez, director de las galerías.
-Encantada.
-Encantado.
-Mateo Ruiz, subdirector.
Y Ana Rivera, la diseñadora de la colección.
¨Entramos?
-Vamos.
No la necesitas, pero suerte.
-Gracias.
[♪ música blues] -Comodidad, calidad y sobriedad son las tres líneas en las que hemos trabajado los uniformes.
Y las mismas líneas en las que está trabajando nuestro nuevo diseñador para la colección de la temporada.
-Las dos irían en consonancia y podrían convertirse la una en el escaparate de la otra.
-Hemos adaptado nuestro taller para que puedan producir al doble de velocidad de lo habitual.
A un precio muy competitivo, claro.
-¨Y bien?
Esto no era lo que esperaba encontrar.
-Señora Ortega, ¨a qué viene esto?
-Eso me pregunto yo.
Si esos son los mejores diseños que pueden ofrecerme, no firmaré nada con Velvet.
-Firmar.
El contrato ya está cerrado.
-No.
No lo está.
-¨Disculpe?
e -Y con el trabajo que acaban de presentarm no va a estarlo nunca.
-¨No hay nada que podamos hacer para disuadirla?
-Me temo que no.
Esta misma noche cojo un tren a Barcelona.
Quiero trabajar con gente que cree en lo que hace.
Y se nota que esto para ustedes es un trabajo menor.
Lo siento, Enrique.
Señores.
[♪ música triste] -Lo siento mucho de verdad.
-No es culpa tuya.
Dijiste que lo tenías todo controlado.
-Sara es una mujer de carácter.
Es difícil saber lo que quiere para su empresa.
-Está claro que no le hemos sabido dar lo que quería.
-La culpa es nuestra.
Le hemos presentado unos bocetos que ni siquiera nos gustan a nosotros.
¨Cómo podemos pretender que le gusten a ella?
-Alberto, tranquilo.
Lamentarse no vale de nada.
Ya tendremos otra oportunidad.
-No.
Esta oportunidad la hemos perdido.
Teníamos algo que nos gustaba.
Hicimos ese trabajo.
-¨Los anteriores bocetos?
¨Tú crees que si los viera -¨Cuándo?
Ana, ¨ya la has oído?
¨Se va a Barcelona?
-Carlos, averigua a qué hora sale su tren.
Aunque sea, le presentaremos esos bocetos en la estación.
Ana, busca esos bocetos.
-¨Qué vas a hacer?
Alberto.
Dijiste que el trato estaba cerrado.
-Y así era.
Un pacto verbal entre caballeros.
Firmarlo era una formalidad, pero tenías que venir tú a estropearlo.
¨Sabes quién lo ha estropeado?
El gran Lorenzo Palacios.
Esa mujer venía en busca de algo distinto y lo teníamos.
Lo teníamos antes de que vosotros nos metierais las narices.
-Por desgracia para todos, eso es algo que nunca sabremos.
Lo único cierto es que a esa mujer no le ha gustado lo que ha visto.
Y eso es tu responsabilidad.
-Alberto, cálmate.
Estoy sereno porque tengo la conciencia muy tranquila.
Este trabajo era tu responsabilidad y, por supuesto, va a haber que tomar decisiones al respecto.
-Por supuesto.
Desde que has llegado aquí, lo único que has intentado ha sido humillarme.
Y no te voy a dar ese gusto.
Sé lo que quiere esa mujer y voy a recuperarlo.
!
Voy a recuperar ese contrato!
-Un ramo de rosas rojas preciosas.
Y con esta tarjeta, mira.
-Y tú vas y le dejas desnudo a la habitación del hotel.
Pues mira, Rita, yo te lo advierto, ¨eh?
Pero lo que un hombre no tiene en casa, se lo busca afuera.
Y eso es así de toda la vida.
!
Hombre, la cantante!
¨Qué?
¨Cómo terminó la clase?
-Nos ha costado, pero creo que lo tenemos.
!
Ay, pues cántanos algo, a ver!
-No, no, no.
Don Mateo me ha dicho que me tengo que reservar la voz para esta noche como a los profesionales.
¨No nos vas a dar ni un la-la-la?
-Nada.
Ale, que llegamos tarde.
tengas mucha suerte esta noche, Luisa.
-¨Qué?
-Que tienes una boquita que... -Bueno, pues igual le he contado lo del corpus a Pepita, pero vamos, que es una mujer disquestísima, esta de aquí no sale.
-¨Qué canción vas a cantar?
-¨Y qué te vas a poner?
-Una tumba, Pepita, una tumba.
No la pongas nerviosa, -que tiene que estar concentrada.
-Cántanos algo.
-!
Ay, sí!
Venga.
Pero, mujer, ¨cómo la pides eso?
Qué pareces, tonta, que se tiene que reservar la voz, como las profesionales.
-Ya, si se te quita la vergu enza, tú canta.
-¨Y cómo vas a ir peinada?
Cuéntanos.
-Oye, de verdad.
-Bueno, ¨qué jolgorio es este?
-Nada, nada.
Si ya nos poníamos a trabajar.
-¨No me vais a contar lo que pasa?
-Pues verá, es que esta noche Luisa participa en un concurso de canto en la radio y la estábamos deseando suerte.
-Luisa, no me habías dicho nada, que cantabas.
Enhorabuena.
Claro, celebren, celebren.
En cinco minutos, eso sí, cada uno en sus puestos, ¨eh?
Y poned la radio.
No nos vayamos a perder tu nombre cuando lo digan.
!
Madre mía!
Esta es una jefa de taller, ¨eh?
Y lo demás son tonterías.
Que llega a ser Lucifer.
Estamos haciendo las estas lo que queda de mes, ¨qué no?
-¨Qué canción nos vas a dedicar?
-Entonces todo bien, ¨verdad hija?
Cuánto me alegro.
No, por aquí sin novedad.
Ningún problema.
Hija, te tengo que dejar.
Sí, hablamos en otro momento.
Un beso.
-La entrada es un poquito más gruesa, para que la flor tenga más consistencia, no se va a ver.
-La música altera la tranquilidad necesaria para trabajar.
El único ruido permitido aquí es el de las máquinas de coser.
-Precisamente la música ayuda a armonizar el traqueteo de las máquinas, que al final del día acabamos todas de los nervios.
Oiga, no pienso consentir que me falte el respeto de esta manera, y mucho menos delante de mis empleadas.
¨Pero qué le molesta?
¨Qué le molesta?
Que estemos todas relajadas, tranquilamente, con más ganas.
-No, no, que estemos todas más distraídas.
En el taller no hay lugar para el ocio.
-Dios mío.
Desde hace dos días.
Ya no es solo su taller.
[♪ Laurie Stras: "Sunny Day"] [articula en silencio] -No lo dudes.
Seguro que te queda espectacular.
-Papá, ¨cómo estás?
-Sorprendido, sin duda.
No te voy a engañar.
¨Ocurre algo?
-No, no, no.
pero quería pedirte un favor.
-¨Me tengo que preocupar?
-No, no, no es nada que tú no puedas solucionar.
-¨Recontratar De la Riva?.
No sé qué me ofende más, si que me pidas una cosa así o que traigas a papá para convencerme.
-Es que si no hubiese venido con él, ni siquiera te habrías dignado escucharme.
-¨Y para qué?
Es que hay una demanda por plagio de por medio.
-¨Que ha resultado ser falsa?
-Como muchas otras cosas, por lo visto.
-¨A qué se refiere exactamente?
-Dímelo tú.
¨Creaste pruebas falsas para acusar a De la Riva?
-Eso os ha contado.
-¨Y para qué iba a mentir, Enrique?
Si ha limpiado su nombre, le han ofrecido un trabajo en Londres.
Ha dicho que no iba a denunciar a las galerías.
¨Qué iba a sacar él de todo esto?
-Pues mira, te sorprendería saber de lo que es capaz la gente con tal de hacer daño.
-¨Lo dices por experiencia propia?
-¨Puedo contratar a alguien para que investigue el asunto y demuestre si De la Riva miente?
¨Eso es lo que quieres?
-No tiene pruebas de nada.
-Y por tu bien espero que no las tenga nunca.
duqué para que actuarais correctamente.
No quiero que el apellido Otegui se vea mezclado en este asunto.
Enrique, no quiero que eso pase.
¨Estamos?
-Muy bien.
Estoy dispuesto a darle a Raúl una segunda oportunidad.
Pero por desgracia, es algo que no depende solo de mí.
Habrá que someterlo a votación de los accionistas.
-Oh, Enrique.
-No, no, no, no.
Tú puedes alterarte las normas si te da la gana, pero yo no lo voy a hacer.
Toda decisión debe ser sometida a voto de los accionistas.
¨Verdad, padre?
-Si esto es una broma, no tiene ninguna gracia.
-Ojalá lo fuera.
Pero parece que tu mujer está verdaderamente empeñada en que vuelva su querido Raúl.
¨Y quién soy yo para negarle nada a mi hermana?
¨La idea ha sido de Cristina?
-Idea, capricho, llámalo como quieras.
-¨Y Lorenzo Palacios?
Tenemos un contrato con él.
-Habría que indemnizarlo.
de Raúleis, la vuelta traería bastantes problemas.
Así que por eso he considerado oportuno someterlo a votación.
-Por eso y porque no te queda más remedio, claro.
-Voto en contra.
-A favor.
-Patricia.
¨Patricia?
Tú decides.
-A favor.
-Muy bien.
No lo haremos oficial hasta que no acepte.
Os pido que esto no salga de aquí.
-Bueno, pues habrá que llamar a Raúl.
Pero no te preocupes, Enrique.
-Yo me encargo.
-¨A qué ha venido eso?
-¨A qué ha venido qué?
Había que votar, y he votado lo que creía mejor para la empresa.
-Pensé que estábamos juntos en esto.
-Enrique, tú y yo estamos juntos solamente en la cama.
En los negocios cada uno va por su lado.
Y ahora que los negocios han terminado... [♪ música jazz] -¨Pero te la has llevado ya al catre o no?
-A puntito he estado.
Pero me ha salido estrecha la muchacha.
-Si es que con alguna cuesta más que con otras.
Ah, ¨tú sabes lo que le he dicho?
-No.
-Que no me importa esperar.
-Eso funciona siempre, está acá el fijo, te lo digo yo.
!
Eh!
Desgraciado, no se te ocurra volver a faltar respeto a Rita en la vida, ¨eh?
-Pelele, por favor, vete a repartir esa cajita y métete de tus asuntos.
-Cuando retiren lo que has dicho, yo me marcho de aquí.
-Que te vas a hacer daño, pelele.
-Que retiren lo que has dicho o te la vas a tener que ver conmigo ya, ¨eh?
-Esto te lo estás buscando tú, ¨eh?
Tú lo has visto, ¨eh?
¨Dónde vas?
¨Dónde vas?
Mira, mira, mira.
!
Venga!
!
Venga!
!
Venga!
!
Ve!
!
Venga!
!
Venga!
!
Venga!
[risas] [quejido] -Ya, lo siento, lo siento, lo siento mucho, Rita, de verdad.
-!
Qué alivio!
!
Decidme que lo sintieras!
!
Peleando como dos niños de colegio!
¨Y, y qué pasa?
¨Que te quitó el bocadillo del recreo, eh?
¨O es que no te quería dar la mano en la fila?
!
Si es que de verdad!
¨Se puede saber por qué estáis peleando?
-!
Es que no lo soporto, Rita!
!
Yo no lo soporto!
-No, no, si ya... Si ya lo sé yo ya, que desde lo de la rata no le tragas, ya lo sé.
!
Si es que de verdad, de verdad, que cómo son los hombres, eh!
!
Cómo son los hombres!
-Es que Adolfo no... -¨Qué?
¨Adolfo no qué?
-Que no te conviene.
-¨Qué?
[♪ Tony Kinsey: Time Heals] Confía, confía.
-¨Y qué me conviene, según tú?
Porque yo no sé si a ti te combina Rosa María.
Vive en Alemania y os habéis separado y habéis juntado, pues ni sé ya las veces.
Pero tú querías casarte con ella, ¨verdad?
-Sí, quiero.
-Pues eso es lo único que importa.
Lo pensemos los demás, pues da igual.
Que no digo yo que pensemos nada malo, eh.
Además, tú eres mi amigo, Pedro.
Tú eres mi mejor amigo.
Si pudieras hacer el esfuerzo de llevarte bien con mi novio, significaría mucho para mí.
-Te lo prometo.
[♪ música se desvanece] -¨Se puede saber dónde está todo el mundo?
-Supongo que en sus habitaciones.
-Aún falta media hora para que termine la jornada.
-Bueno, Luisa canta en un programa de radio esta noche.
-Ah, y eso le ha parecido razón más que suficiente para que la empresa le regale media hora de sueldo a sus empleadas.
-No te lo tomes a mal, pero creo que estás haciendo una montaña con granito de arena, ¨eh?
-Eso no le corresponde a usted juzgarlo.
-Blanca, esto no puede quedar así.
-Por supuesto que no.
-Le expliqué a doña Elena nuestra política de permisos el primer día con total claridad.
-Don Alberto también explicó con total claridad que las dos estaríamos al mando.
-¨Y las chicas se han aprovechado de eso para conseguir lo que querían?
-Bueno, recuperarán esa media hora en cualquier momento.
Mañana mismo, si es preciso, no veo cuál es el problema.
-¨Que usted se ha saltado las normas con total impunidad?
Ese es el problema.
-Normas muy anticuadas que no benefician a nadie.
-Han beneficiado a esta empresa durante 30 años.
-No parece buena idea romper con las normas establecidas el primer día que se llega a un sitio.
Tampoco es de recibo negar el diálogo a alguien por el hecho de que las cosas se hacen siempre como siempre.
Con el debido respeto se están ustedes comportando como dos criaturas.
No tengo muy claro si lo que necesitan es una azotaina o que las lleve de una oreja al despacho del director.
Lo que sí tengo claro es que yo no voy a resolver sus diferencias.
Tienen edad más que suficiente para hacerlo por ustedes mismas.
Buenas tardes.
-Don Emilio tiene razón.
Estoy dispuesta a dejar pasar este incidente, si reconoce que sea extralimitado.
-¨Cómo?
Tengo la misma autoridad que tú en este taller y con estas chicas.
-Esas chicas son mis chicas.
Las he cuidado, les he enseñado todo lo que saben.
Llevo años dando mi vida por este taller y ninguna extraña me lo va a arrebatar en un día.
[risa] -Es increíble.
Aquí fue donde por primera vez me suplicasteis trabajar para Velvet.
Y aquí nos encontramos otra vez.
Déjà vu.
Lo llaman los franceses.
-La última vez dijiste que sí.
¨Qué va a ser ahora?
-Dentro de dos horas tengo un avión para Londres para firmar un contrato en Harrods.
Un contrato nada ostero, debo decir.
-Lo igualaremos.
-Tengo un hotel con vistas al Hyde Park.
-El Palacio está al lado del Retiro.
Y el Retiro es mucho más bonito, no te puede negar.
-Mucho más.
-¨Y qué va a ser de Lorenzo Palacios?
Tenéis un contrato con él.
Y no va a ser nada fácil indemnizarle y nada barato, porque si pensáis que voy a trabajar con ese... -Trabajarás solo, no te preocupes.
Enrique se ocupará de la negociación.
-¨Pero no acabas de decir que no te voy a preocuparme?
-¨Y bien?
-Antes, quiero una disculpa.
-Cuando salió lo del plagio, te traté injustamente.
Lo siento.
-Otra vez.
-Lo siento.
-Raúl, ¨y?
¨Qué ha pasado?
-Bueno, no es una decisión fácil.
Debería meditarlo.
Lo correcto sería tomar un tiempo de reflexión.
Aunque si precisamente algo no soy, es correcto.
Pues claro que me quedo.
-Ay.
Gracias, me alegro muchísimo, Raúl.
-Yo también me alegro.
Lo entenderás cuando veas mi contrato.
Ahora vuelvo, voy a llamar a Londres para decirles que no me esperen.
-¨Una negociación complicada, mi amor?
-Ajá.
-Bueno.
brá días mejores.
-Tranquila, Bárbara.
No hay nada con lo que Enrique no pueda lidiar.
-Eres increíble.
-Señores, y con esta borrachera de felicidad me marcho.
-¨El rey de la fiesta vuelve a casa tan pronto?
-El rey de la fiesta siempre tiene otra fiesta.
-Hija, no paras, estás como poseída.
-Ay, chicas, siento muchísimo... -No estaba hablando contigo.
-La señora Ortega va a estar en un par de horas en la estación y dice que si le enseñamos los bocetos a tiempo puede que recuperemos el contrato.
-Menuda nochecita.
-Uy, ya estoy como flan.
-Pues ya te estás quitando los nervios porque al final te va a temblar la voz o te vas a quedar sin fuelles y esto va a ser un desastre.
Solo intentaba ayudar.
[toques en la puerta] Mira, está clara.
-¨Estáis listas?
-Sí.
-¨Vamos?
-Luisa, suerte.
-Vamos, que llegamos tarde.
-Bueno, que ansias, hijo, ni que fueras a cantar tú.
Con las pocas ganas que tenías y al final te vas a poner tú más nervioso que Luisa.
-Después de lo que hemos trabajado sería una pena.
-Oye, ¨tú no estás muy arreglado?
-Voy como siempre, hay que estar presentable en la radio.
-Pues por eso, porque es la radio, no se te ve.
-¨Y esto que hay aquí atrás?
-Uy, mira, un disco de Verónica Lago.
-Sí, bueno, es mío, para mi madre, para que lo firme, es muy admiradora suya.
-Sí, sí, para tu madre.
Tú lo que quieres es conocer a Verónica Lago, anda, yo no lo tenía que haber imaginado.
Sí, demasiado preocupado estabas tú, si aquí hubiera una mujer de por medio.
-Clara, no sé de qué me hablas, la verdad.
Ahora lo importante, Luisa, ¨cómo van esos nervios?
-Está estupenda, va a ser cosa de encantar.
[♪ música soul] [cantan en inglés] -Dios, vamos a perder.
-Como no.
Vas, vas.
-A ver, que mal no lo hacen, pero tú preocúpate de lo tuyo, que es lo importante.
-No sé, yo ya me preocupo, ya.
[cantan en inglés] [público aplaude] -Que no pasa nada, mujer.
-Y ahí las tienen, "Susy and the girlies" han dejado el listón muy alto.
-No, un pañuelo de sobra, pero por si lo quieres para la baba.
-¨Estamos con los celos, Clara?
Ni siquiera la he mirado.
-¨Cómo van esos nervios?
El siguiente es Juan Heras.
-Disculpe, señorita Lago, mi nombre es Mateo.
Mateo Ruiz Lagasca.
Soy el subdirector de las galerías Velvet.
Esta es mi tarjeta, para lo que necesite.
Si se pasa un día por las galerías, pregunte por mí.
-¨Cómo negarse ante tanto ímpetu?
nido con usted?
-Sí, sí.
Trabajan para mí.
Rita, Luisa y Clara, mi secretaria.
-Encantada.
Parece que me reclaman.
-Disculpe.
¨Le importaría firmarme su disco?
Es para mi madre, es una gran admiradora suya.
-Será un placer.
-¨Es tu novio, verdad?
-¨El bigotito es que tontea con Verónica Lago?
Sí, hija, sí.
-Puede estar tranquila.
Mucho me temo que tu novio no es su tipo.
-Si todo el mundo lo sabe, mujer.
Que Verónica Lago es bueno... Que tiene unos gustos más femeninos.
-Todas las voces ya consolidadas de nuestro panorama musical se reúnen para ofrecerles un recorrido por la amplísima variedad de temas musicales que a más de uno le traerá recuerdos inolvidables.
Quédense con nosotros, no cambien de dial, les garantizamos que no se arrepentirán.
[♪ música pop] -¨Qué haces aquí?
¨Ya se te ha pasado el enfado?
-He pensado que se nos podría pasar a los dos.
Si salimos a cenar.
-Max, te he dicho mil veces que no quiero... -Sí, sí, lo sé, lo sé, que no quieres cenar, pero... -Eso es.
No quiero cenas.
No quiero que me defiendas, ni que duermas conmigo.
No quiero nada más de lo que ya tenemos.
Ya lo sabes.
-¨Y qué pasa con lo que yo quiero?
Te quiero, Blanca.
Es la verdad, no me avergu enza reconocerlo.
Es lo que siento por ti.
-Max... Llevo días pensando que esto no lleva a ninguna parte.
Tú quieres unas cosas y yo quiero otras.
Antes de que nos hagamos más daño, es mejor dejarlo.
Esto fuera lo que fuera, se acabó.
-No puedes dejarme ir.
-Sí, sí, Max.
Puede que ahora no lo veas, pero es lo mejor para los dos.
-Blanca yo... -No insistas, por favor.
Lo siento.
[♪ música pop] [cantan en inglés] -Se le va a desencajar la cadera.
Ese pobre no tiene ninguna oportunidad.
-Papá, papá, mamá quiere que vayáis a casa.
-¨Cuántas veces te he dicho que no quiero verte por aquí?
¨Eh?
Venga, dile a tu madre que voy a la casa.
Venga, que vayas a casa.
[canta en inglés] -!
Ay, perdón!
Es la hora.
Perdón, ¨podrían poner la radio un momento?
Sí, es que sale a cantar una chica ahora del taller.
-¨Quién?
-Luisa.
Es divina.
-Y después de este bloque informativo... -Déjame suerte.
-Mmm, suerte.
-Que nos sintoniza en Radio Continental... -Suerte.
-...expectación para saber quién es el ganador o ganadora.
-Mateo.
-Voy.
Voy, voy.
-¨Ha llegado el turno de su amiga?
¨Nervioso?
-Para nada, lo va a hacer muy bien.
a la noche queriendo hacerle una pregunta.
Bueno, no podía evitar fijarme.
¨Su secretaria y usted trabajan juntos o hay algo más?
-Bien.
¨A qué viene esa pregunta?
-Bueno, creo que es evidente.
-Bueno, Verónica, me alaga muchísimo que me hagas esta propuesta, pero es que estoy con Clara.
Por mucho que me desees entre nosotros, creo que ahora mismo no.
-No, no, no.
-Pero quién sabe, nunca.
-¨Nosotros?
Lo pregunto por ella, no por usted.
-¨Perdón?
-Si me disculpa.
-Un afectuoso saludo deseándoles... -¨Ella?
-...que en la próxima ocasión tenga más suerte.
-Y me parece que llegamos a nuestra última concursante.
-Así es, Verónica.
Se trata de Luisa Rivas.
Bueno, Luisa, cuéntanos, ¨a qué te dedicas?
¨Qué experiencia tienes dentro de...?
-No me lo puedo creer.
Tú sabías.
Ella... -¨Yo?
¨El qué?
-Que yo no.
Eras tú.
-Ay, Mateo, yo no tenía ni idea de nada.
-No, no tenía ni idea de nada.
Clara... -Que va a cantar Luisa.
-...mis compañera de taller que son las que me han engañado para venir hasta aquí.
-He de decirles que Luisa tiene unos ojos verdes preciosos y una gran dulzura en el rostro.
Seguro que su voz nos la transmite.
Adelante.
[público aplaude] [♪ música pop] [cantan en inglés] -!
Venga, Luisa, que tú puedes!
!
Vamos!
!
Demuestra quién eres!
!
Venga, Luisa!
[♪ música pop] [♪ música pop] [♪ música pop] [♪ música pop] [ovación] -!
Bravo!
-!
Bravo!
-!
Bravo!
-!
Bravo!
!
Venga, Luisa!
-Luisa nos has dejado sin habla.
Damas y caballeros, después de escuchar a Luisa Rivas, nuestra última concursante, podemos afirmar que ya tenemos un ganador.
[redoble de tambores] Y el ganador es... -Luisa Rivas.
[gritos] !
Bien!
!
Bien!
!
Bien, bien, bien!
[gritos] !
Hasta luego, chicas!
Muchas gracias.
!
Muchas gracias, muchas gracias!
-¨Tienes los bocetos preparados?
-Sí.
Sí.
-Vamos.
[♪ FitnessGlo: "The Way You Make Me Feel"] -Señora Ortega, no quería que se fuera sin antes enseñarle algo.
Hago lo que si creemos.
[♪ música suave] -¨Estos bocetos son suyos?
-Sí.
Bueno, de los dos.
-Es un trabajo estupendo.
-Gracias.
-Hablaré con mi padre en cuanto llegue a Barcelona.
Le diré que tenemos un trato.
-Buen viaje.
-Gracias.
[♪ música suave] -Lo hemos conseguido.
Lo hemos conseguido.
!
Lo hemos conseguido!
-!
Ay, sí!
[♪ música pop] -Alberto, bájame.
-!
Lo hemos conseguido!
-Señor Ortega me acaba de llamar.
Los americanos les han hecho una propuesta muy buena y en unos días les mandarán sus bocetos.
-Entonces viajaremos a Nueva York.
-Si quieres ir a Nueva York, consigue el dinero por tus medios.
-Vamos a empeñar las joyas.
Las de mi padre.
-Modelos clásicos de colecciones anteriores.
La subasta va a salir muy bien.
Va a ser un éxito y tú vas a venir a Nueva York porque tú tienes que presentar esos modelos.
-Ay, Rita, no te lo vas a creer.
-No te lo vas a creer.
-¨De qué?
-Pues que ha perdido el cheque.
-No lo he perdido, estaba en el bolso.
-¨Y el bolso?
-Lo he perdido.
-Don Emilio.
-Sí.
-Mi primo, el del pueblo que viene a cubrir la vacante de vendedor.
-Bien, estará a prueba una semana.
-Me independizo, Clarita.
-¨Qué?
-Estoy buscando piso en el centro.
-¨Tú sabes que ese pillante es más mentiroso que un cojo?
¨Sabes lo que tienes, no?
¨Quieres que te lo diga?
Mujer e hija, eso es lo que tienes.
-Cristina quiere que tengamos un heredero.
-Yo siempre he querido ser padre, pero si te digo la verdad me da la sensación que ahora no es el momento.
-¨Cuál es el problema?
¨Estas galerías son el problema aquí?
-No, las galerías son mi vida.
Tú eres el problema, Max.
-Lo sabía.
-¨Qué?
-Que hay otra.
-Cree que la estás engañando.
Me lo dijo ella.
-Entonces no sabe que eres tú.
-!
Ah!